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La visita a la ciudad inca del Machu Picchu es una parada ineludible en la ruta de cualquier viajero que se proponga descubrir Sudamérica y sus culturas prehispánicas.
Emplazada en un entorno absolutamente maravilloso, en la cumbre de unas montañas afiladas como flechas y abrazadas a las nubes, los estudiosos y místicos aún discuten sobre su origen y su función. Los conquistadores españoles no la descubrieron jamás, así que no la llegaron a destruir como sí hicieron con el resto de urbes incas. Aún permanecer a salvo de Francisco Pizarro, el abandono que sufrió Machu Picchu hasta el siglo XX (dicen que todos los habitantes se desplazaron a la selva con el oro y los tesoros que albergaban sus templos) ha eliminado cualquier evidencia que pueda explicar con certeza si fué un convento, un palacio real o una ciudad en las nubes. Recomendamos leer información sobre el yacimiento, mirar algún documental y visitar el Museo Machu Picchu de Cuzco para completar la visita y tener una visión más amplia del lugar. Visitar las ruinas con guía también es muy recomendable, aunque merece la pena contrastar la información: si pones atención, oirás tantas versiones del origen del Machu Picchu como guías encuentres por el camino.
El problema: es carísimo
Conocer la 8ª maravilla del mundo es caro. Que narices caro… ¡carísimo! Si tomas la ruta convencional, que va de Ollantaytambo a Aguascalientes (el pueblo turístico que sirve de lanzadera para subir a las ruinas), has de comprar un pasaje para el único tren que opera en esta línea. El precio oscila entre los 60$ y los 400$, en función de si quieres subir en un asiento estándar o bañándote en un yacuzzi con barra libre de Pisco Sour, la bebida nacional a base de aguardiente, limón y clara de huevo. No es broma, puedes pagar ese servicio.
Después debes contar los precios elevados del pueblo de Aguascalientes (aunque si vas en grupo encontrarás multitud de Happy Hours de comida y bebida que duran las 24h) y el autobús que se eleva hasta los 3.800 metros en los que se encuentran las ruinas: 12$ más por viaje.
Solo en transportes, ya hemos sumado alrededor de 100$. Por último hay que contar con las solicitadas entradas al recinto arqueológico de Machu Picchu: 50$ a tocateja.
Habrás ido haciendo cálculos. O ahorras fuerte antes de decir subir al Machu o verás tu presupuesto muy alterado. Para evitar el sablazo, nosotros optamos por una versión más económica y muy estimulante: llegar por tus propios medios a la montaña sagrada. Nada de trenes caros: nuestras piernas ya son un buen vehículo.
Te contamos cómo.
Haz un trekking hasta el Machu Picchu
Los antiguos incas abrieron multitud de vías por los cerros peruanos para comunicar y comerciar entre sus pueblos y ciudades. Estos caminos siguen operativos y hay que tenerlos en cuenta si estás interesado en hacer senderismo en Perú. Para llegar hasta el Machu Picchu puedes tomar el famoso Camino Inca, en sus versiones de 2 a 6 días. Nosotros optamos por una ruta un poco más física y menos concurrida que el Camino Inca: el Salkantay Trekk.
Puedes hacerla en 3 días y 4 noches o 5 días y 4 noches. Aunque los precios no varían mucho entre las dos opciones, si tienes poco tiempo te recomendamos coger la versión corta.
La caminata consiste en:
Día 1: aclimatación y ascenso a la laguna de Humantay. Duermes en el refugio a 4.000 metros de altura. Es un día muy light.
Día 2: ascenso al Paso del Salkantay (4630m) y descenso por un valle precioso hasta el campamento base. Si andar no es lo tuyo puedes tomar un caballo por un precio relativamente bajo, y si te cuesta alejarte de la civilización, en el segundo canpamento ya dispones de ducha caliente y wifi. Como en el Hilton 😉
Día 3: camino por un sendero de montaña hasta Santa Teresa. Recorrerás cafetales y campos de frutas donde podrás probar productos locales como café, ganadillas, plátanos y miel elaborada por los campesinos de la zona. Por la tarde puedes bañarte en los termales naturales de Santa Teresa. No tienen nada de especial, pero el agua calentita sienta tan bien después de caminar…
Día 4: el más evitable. Realmente tiene interés si decides ir a los termales y tirarte por la tirolesa que cruza el río (pagándola, claro). Este día se destina a caminar por una carretera (polvorienta y no muy estimulante) hasta Hidroeléctrica, por donde debes reseguir la vía del tren hasta Aguascalientes, el pueblo que sirve de lanzadera para subir al Machu Picchu. Si no quieres andar hasta Hidroeléctrica (3-3’5h) puedes subirte a un colectivo por unos 5 soles.
Día 5: A las 4 de la mañana comienza la ruta de ascenso al Machu Picchu. El puente de acceso a las interminables escaleras abre a las 5:00 AM, y la gente se amontona desde una hora antes. Ocurre lo mismo si quieres subir en bus. Para llegar a las 6.00AM a las puertas del recinto debes aguardar en la parada a las 4:00. Los buses van llenísimos y si vas a hacer cola a la hora de su partida, 5:30, no llegarás al yacimiento antes de las ocho.
Tras la visita, toca recorrer el camino de vuelta hasta Hidroeléctrica, donde comes y tomas un bus que te devuelva a Cuzco.
Lo recomendamos porque
Es sencillo: no hace falta ser Kilian Jornet para subir al Salkantay. Eso sí, procura pasar dos o tres días antes por la zona de Cuzco para aclimatarte a la altura y que nobte de un jamacuco.
Qué tienes que llevar
Los treks incluyen comidas, transporte, tiendas de campanya… Hace mucho frío, así que es recomendable ir bien equipado, con botas de montaña y jersei, gorro, guantes, buff o bufanda y calcetines gordos. Si no quieres cargarlos, cómpralos en Cuzco. Por un precio muy bajo puedes adquirir el uniforme completo de lana de alpaca!
¡IMPORTANTE!
Pese a que la ruta por el Salkantay no es difícil si estás en unas mínimas condiciones físicas, hacer un trekking a más de 3.000 metros de altura puede ponerte en riesgo. Un resbalón en lo alto del Nevado puede pasarte factura. Por eso, como siempre, nosotros recomendamos ir tranquilos con un seguro de viajes que – IMPORTANTE!!!!- contemple la asistencia en senderismo a más de 3.000 metros de altitud. ¡Fijáos bien en ese detalle cuando lo contratéis! Nosotros viajamos con IATI SEGUROS Estrella Premium, con la modalidad añadida de Deportes de Aventura para protegernos durante excursiones como esta. Busca y compara qué opción te sale más a cuenta, y si al final te decides por IATI, puedes contratar AQUÍ el seguro. Te saldrá un 5% más económico y a nosotros nos ayudarás a seguir dando vueltas al mundo.
Quin fred però què bé!!! això de tenir fills viatgers té les seves avantatges, pots anar pel món des del sofà de casa.